Columna de Magdalena Balcells González, Presidenta de Empresa Portuaria Iquique

Según cifras de la Organización Marítima Internacional (OMI), el 90% del movimiento de mercancías a nivel mundial se realiza a través del transporte marítimo.

Pero junto con ello, el cambio climático ha comenzado a modificar las condiciones bajo las cuales operan las principales rutas comerciales. En los últimos años, debido a las severas sequías y su consecuente reducción en los niveles de agua en los embalses y ríos de la región, la capacidad de navegación en el Canal de Panamá, se ha visto significativamente afectada, limitando el calado de los buques y, en algunos casos, llevando a restricciones en el tránsito. Las hidrovías de Paraguay enfrentan una situación similar, con bajos niveles de agua que dificultan la navegación y el transporte de mercancías. Estos factores han llevado a una operación más lenta, más costosa e impredecible lo que, sin duda, vulnera las cadenas de suministro globales.

Estos factores dan cuenta de la necesidad urgente de adaptarse a nuevas condiciones climáticas para mantener la competitividad y en este adverso panorama se abren nuevas oportunidades para el Puerto de Iquique, dada su estratégica posición geográfica y su potencial de crecimiento y desarrollo, ofreciendo una alternativa concreta y competitiva para conectar la región con mercados clave como Asia y América del Norte, entre otros.

Para concretar este desafío es fundamental que, junto a la inversión en infraestructura portuaria, se fortalezca la accesibilidad, la ampliación y fortalecimiento de las áreas de respaldo para recibir mayores volúmenes de carga. A medida que los fenómenos climáticos alteran las rutas tradicionales, es crucial que las infraestructuras portuarias se adapten y ofrezcan soluciones que no solo mitiguen los efectos negativos del cambio climático, sino que también generen nuevas oportunidades para la competitividad regional. El Puerto de Iquique, en este sentido, se visualiza como un actor fundamental en la evolución de la logística global, impulsando la sostenibilidad y la resiliencia del comercio internacional.