Columna de Magdalena Balcells González, presidenta Directorio Empresa Portuaria Iquique
El cierre de este 2025 nos invita, inevitablemente, a mirar con perspectiva el camino recorrido. Para la Empresa Portuaria Iquique, este ha sido un año particularmente significativo, no solo por los resultados alcanzados, sino por lo que estos representan para la competitividad del puerto y para el desarrollo del sistema logístico-portuario de Tarapacá.
Las cifras hablan por sí solas. Pasamos de una transferencia promedio anual de 2,5 millones de toneladas a cerca de 3,5 millones de toneladas, récord histórico que representa un crecimiento del orden del 40% fruto de una gestión coherente y sostenida, orientada a fortalecer nuestra competitividad a través de la diversificación de nuestras operaciones y aprovechando de mejor manera las capacidades del puerto. En ese contexto, el impulso del terminal multioperado ha sido una señal clara de esta estrategia, permitiendo ampliar la matriz de servicios portuarios, atrayendo nuevas cargas y, al mismo tiempo, contribuyendo al empleo y dinamismo económico para Tarapacá.
Nos enorgullece especialmente el hecho de que detrás de estos resultados hay personas, decisiones y un trabajo conjunto que merece ser destacado. El compromiso del equipo de Empresa Portuaria Iquique, la colaboración permanente con nuestro concesionario y el aporte de los distintos actores del sistema logístico-portuario han sido fundamentales. A ello se suma el apoyo constante de las autoridades regionales, cuyo trabajo coordinado ha permitido crear las condiciones necesarias para alcanzar estos importantes avances.
Mirando hacia adelante, el 2026 se proyecta como un año desafiante y, a la vez, lleno de oportunidades. Seguiremos avanzando con decisión en nuestro proyecto estratégico de desarrollo, cuyo eje principal será el proceso de licitación de la nueva concesión del Puerto de Iquique. Este objetivo coincide, además, con un auspicioso escenario marcado por la apertura del cabotaje marítimo, el avance del corredor bioceánico vial y el desarrollo de proyectos mineros, elementos que refuerzan el rol del puerto como un actor clave para el comercio exterior y la integración regional.
La experiencia de este año reafirma una convicción fundamental: el trabajo conjunto entre los sectores público y privado es indispensable para enfrentar los desafíos venideros y para consolidar un desarrollo portuario sostenible y competitivo. Con ese espíritu, cerramos este 2025 con optimismo y responsabilidad, proyectando un 2026 de nuevos avances y aún más logros compartidos.


