El Corredor Bioceánico de Capricornio es un megaproyecto que busca facilitar, a través de una ruta de integración, la salida de las mercancías hacia mercados del Asia-Pacífico. Comienza en los puertos de Brasil, pasando por Paraguay y el noroeste de Argentina, hasta llegar a los puertos del norte de Chile, siendo una ventana de entrada y salida.
Este corredor cuenta con el respaldo de los países incumbentes, los que han reafirmado su compromiso de fortalecerlo como una oportunidad para promover el desarrollo sostenible, mejorar la conectividad de los estados participantes y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
El año pasado, se logró establecer la consolidación de una Comisión Técnica que contará con el acompañamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, de manera de desarrollar una gestión permanente para avanzar en esta materia. De acuerdo al avance de las obras e inversiones definidas, se estima que en el segundo semestre de 2025 estará operativo.
Autoridades
El Puerto de Iquique, como parte de un sistema logístico integrado, juega un papel fundamental en el Corredor Bioceánico de Capricornio, tal como lo reconocen autoridades y personalidades extranjeras. Para Joao Parkinson, Coordinador Nacional del Corredor Bioceánico y Jefe de Integración de Infraestructura del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, “es fundamental que el puerto y Tarapacá se preparen para acoger la demanda que tendrán de productos brasileños para acceder no sólo al Asia Pacífico, sino que también a los mercados de Chile, con productos económicos, diversos y de buena calidad”.
Edgar López, senador de Paraguay, precisó que “ahora, lo importante es trabajar en conjunto entre los países para avanzar en la integración y posibilitar la operatividad del corredor bioceánico”. Similar es la opinión del Gobernador de Mato Grosso do Sul, Eduardo Riedel, quien valoró la preponderancia de fortalecer las rutas bioceánicas como un eje estratégico para el desarrollo e integración de los territorios.
La alcaldesa de Campo Grande, Adriane Lopes, comentó: “Junto a los demás recintos portuarios del norte chileno, son importantes para Campo Grande. Seguimos avanzando en fortalecer grandes oportunidades. Tenemos certeza que este vínculo va a impulsar el desarrollo y la generación de nuevos empleos e ingresos para nuestras ciudades y países”.
La infraestructura portuaria y capacidad de crecimiento de EPI, lo convierten en un actor indispensable en el desarrollo del corredor. Desde el impulso al comercio internacional hasta el fomento del turismo y el desarrollo de infraestructuras locales, el corredor tiene el potencial de generar empleo y mejorar la calidad de vida de los habitantes de las zonas involucradas.