Columna de Magdalena Balcells González, Presidenta Empresa Portuaria Iquique.
En la reciente visita efectuada a Campo Grande, estado de Mato Grosso do Sul, en el sur oeste de Brasil, constatamos que tanto, empresarios, gremios productivos, autoridades, gobierno regional e incluso nacional de Brasil, tienen un discurso común: avanzar y materializar rutas bioceánicas desde esta prolífica zona hasta la cuenca del Pacífico, es vital.
Acceder a conexiones más expeditas, en tiempo y costos, hace que los puertos del norte de Chile sean, de una manera transversal, especialmente atractivos para este territorio, en donde la agroindustria y la ganadería movilizan millones de toneladas.
Como Empresa Portuaria Iquique, junto al gobierno y consejo regional, corporación de desarrollo de Tarapacá, así como con nuestro concesionario ITI, estuvimos presentes en Expo Grande, la mayor feria agrícola de Mato Grosso do Sul, que, en el transcurso de sus 10 días de duración, congrega a 150 expositores, recibe 120 mil visitas y hace negocios por más de US$ 32 millones.
Abordar la necesidad de nuestros vecinos brasileños, es un deseable del que hemos sido testigos en los últimos años y, de manera muy evidente, en estos días en que participamos del lanzamiento de esta importante feria. Sin embargo, es de la mayor relevancia entender que se trata de un desafío multidimensional y de múltiples variables, lo que nos exige avanzar en varios frentes en paralelo, sin perder nunca el sentido de realidad. Los aspectos geopolíticos y culturales no son menores, por lo que se debe tener la capacidad de articular y organizar a cada uno de los actores que intervienen en cada etapa de la cadena logística.
El objetivo es diseñar una oferta de valor integrada, interesante y atractiva para poder recibir y despachar un enorme volumen de productos con que cuenta el mercado brasileño de esta región y así madurar negocios de manera responsable. Es por ello que, como EPI, licitaremos un estudio de demanda para obtener información real que apalanque las decisiones que nos permita elaborar un plan de desarrollo sostenible.
En consecuencia, y de forma mancomunada, quienes tenemos obligaciones para atender el crecimiento de nuestros sectores, debemos enfrentar metas comunes como robustecer, por ejemplo, la infraestructura vial y de accesibilidad portuaria, aumentando y mejorando nuestra capacidad logística.
Los países involucrados en el corredor han invertido en infraestructura. Por tanto, para el caso de Tarapacá, es el momento de diseñar una estrategia para concretar este propósito. A esta tarea, estamos todas y todos convocados.