• Durante dos horas y media se extendió el simulacro de atentado terrorista en el marco de las políticas de protección y cumplimiento del Código Internacional para la Protección de los Buques e Instalaciones Portuarias, PBIP (ISPS en su sigla en inglés).

Atendiendo a su política de protección, la Empresa Portuaria Iquique (EPI) lideró un simulacro de atentado terrorista donde pudo poner a prueba su sistema de seguridad y la coordinación con equipos externos de emergencia.

“Debemos cumplir con la legislación vigente en materias de seguridad privada y lo establecido por el código internacional PBIP para la protección de buques e instalaciones portuarias. Y en ese sentido, cada tres meses realizamos simulacros internos y una vez al año se nos exige realizar un simulacro en coordinación con entidades externas para asegurar que se apliquen correctamente los planes de protección y es precisamente eso lo que se realizó ahora”, indicó el gerente de Operaciones EPI, Rubén Castro.

OPERATIVO

Desde las 09:00 a las 11:30 horas se extendió el ejercicio que consistió en simular la instalación de un artefacto explosivo vía marítima en la defensa de la bita 9 del Terminal Molo del Puerto de Iquique.

En el operativo, que se coordinó con un mes de anticipación, participaron equipos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) de Carabineros, la Autoridad Marítima, personal del IST con ambulancias y el Club de Voluntarios del Bote Salvavidas de Iquique.

“Podemos calificar el ejercicio como exitoso y agradezco la excelente colaboración que tuvimos de todas las entidades involucradas en el simulacro. Allí pudimos poner en práctica los conocimientos adquiridos de la ley antiterrorista y confirmar los tiempos de respuesta de la unidad de vigilancia portuaria, la reacción de las entidades externas involucradas, la indumentaria, los equipos utilizados y el profesionalismo de los equipos de emergencia” explicó el jefe de Seguridad Interino de EPI, Mauricio Durán Ortiz.

PBIP/ISPS

La norma PBIP/ISPS, que se acordó durante la reunión de la Organización Marítima Internacional (OMI), realizada en su sede central de Londres en diciembre de 2002, busca reforzar las normas de seguridad aplicables al transporte marítimo para prevenir actos de terrorismo en contra de las naves, terminales portuarios y otras instalaciones costeras, tales como astilleros.

Esta norma, que es exigible a nivel mundial a contar del 1 de julio de 2004, fue incorporada por la OMI como enmienda al Convenio SOLAS (Safety of Life At Sea) de 1974 y representa la culminación del trabajo de un año por parte de la comunidad internacional, para proteger el tráfico marítimo y el comercio mundial, luego de los atentados sufridos en septiembre de 2001 por las torres gemelas del World Trade Center de New York, en Estados Unidos.

El Código está diseñado para proporcionar una estructura estandarizada, reglamentada y consistente, destinada a evaluar riesgos y determinar las medidas para contrarrestar las amenazas derivadas de posibles vulnerabilidades que se encuentren en las naves o instalaciones portuarias.